INTERFERON

Una de las dos peores cosas que me han pasado en la vida, y melanoma stage IV no es una de ellas, es el Interferon. Desde el primer dia, desde el primer pinchazo lo percibi como veneno. Era un sentimiento que venia de dentro: sentia que el Interferon no era bueno para mi, que era mi enemigo.

En Estados Unidos el protocolo para melanoma metastasico stage III, que era el nivel que tenia cuando me descubri el bulto en la ingle, incluye Interferon Alfa-2b.

Aun recuerdo la visita en la que me explicaron muy detalladamente todo lo que podia esperar de el y los efectos secundarios que podria sufrir:

• Sintomas gripales
• Fatiga
• Nausea
• Vomitos
• Diarrea
• Depresion
• Insomnia
• Perdida de apetito
• Disminucion del cabello
• Piel seca
• Picores
• Cambio en el gusto: el agua puede adquirir un sabor metalico en el paladar

Mientras me los enumeraban yo iba pensando: con una actitud positiva y mi fortaleza esto va a ser moco de pavo.

Ja. Ja.

Durante un mes, el de Agosto, recibi la infusion 3 o 4 veces a la semana (ya no me acuerdo bien) a traves de un grifo que me pusieron en la vena de uno de los antebrazos; despues del mes estaria un anyo pinchandomelo yo diariamente. Durante ese verano, la rutina era esta: media hora antes de recibir el Interferon tenia que tomar Tylennol para evitar los espasmos, el tembleque y la fiebre. Odiaba y odio tomar pastillas y el Tylenol se me atragantaba por lo que mas de una vez pase de tomarlo para luego arrepentirme. Lo que mas me costo controlar fue la nausea. Esa nausea que se instalaba en mi estomago durante horas y no me dejaba ni hablar pues si abria la boca la nausea se transformaba en vomito, o lo que era peor, en arcadas desesperadas. Y el vomito, cuando venia, no necesitaba tener algo que vomitar. Recuerdo mi estomago encogerse rastreando el que echar y pasarme casi horas con arcadas echando liquido gastrico. O podria estar durmiendo y despertarme vomitando la cena, lo poco que comia, como si tuviera una manguera en el estomago, como si fuera la ninya del Exorcista. Atavan, Zofran... ninguna pastilla resulto 100% efectiva porque yo estupidamente solo las tomaba cuando la nausea ya se habia despertado. Ahi va un consejo:

Tomad las pastillas que los medicos os receten para prevenir los efectos secundarios, dolor incluido. No espereis a estar sufriendolos para tomarlas pues entonces es demasiado tarde y cuesta mas controlar los efectos.

Ademas, sufrir los efectos nos desgasta fisica y psicologicamente y no podemos permitirnos ese lujo.

A mi se me hacia una montanya ingerir pastillas y ademas no entedia que los efectos secundarios estaban fuera de mi control, que no importaba lo que comiera o bebiera, los iba a sufrir igualmente.

Los vomitos agresivos no fueron mi mayor problema. Mis mayores problemas no los identifique y por lo tanto mi medico no supo de ello hasta un mes antes de interrumpir el Interferon.

Durante el Interferon hay que beber mucho liquido. Yo soy de agua y no le di importancia al hecho de que iba a saber a metal.

Pero lo que experimente no fue sabor a metal.

Poco a poco fui bebiendo menos y menos agua hasta acabar solo tomando un sorbo o dos diarios. Me sabia a muerto, a carne podrida. Cogi aberracion al agua. Mi asco hacia el agua era tal que ni me lavaba los dientes ni me duchaba. No queria ni tocarla. Pasaba los dias tumbada dormitando en la cama o en el sofa sin salir de casa y sin querer ver a nadie. De ser una persona madrugadora y muy activa pase a ser un Gollum. Es la mejor manera que tengo de explicar en lo que me converti. No tenia fuerza mental ni para pasear a BooBoo, mi perro, y BooBoo, que es puntual como un reloj y siempre comunica lo que necesita, debio notar que no estaba bien pues nunca pidio para salir de paseo ni nada. Se quedaba a mi vera y esperaba a que mi marido, G, llegara.

Este es BooBoo:

Bueno a lo que iba, transformada en Gollum me sentia sucia y nada mas porque el resto de mi habia desaparecido. En varias ocasiones me entraba temor porque no me reconocia, porque no tenia control sobre mi misma.

Me habia quedado sin ego, sin alma.

Recuerdo un par de ocasiones, cuando me habian reducido la dosis, en las que sali a pasear a BooBoo y tuve contacto humano (vivia en una zona residencial de Cambridge por lo que no ver a gente por la calle era lo mas normal). Unos chicos me preguntaron por una direccion y en vez de pararme y responderles, me aleje de ellos sin dejar de caminar mientras escondia la cara bajo el pelo -como una loca-. La siguiente ocasion fue cuando una de mis amigas me encontro por la calle y bajo del coche para darme un abrazo y saludarme. Casi salgo corriendo. Su abrazo fue mas un castigo que una alegria (meses despues le explicaria la razon de mi extranyo comportamiento).

G, mi marido, estaba muy preocupado y en las visitas al medico "se chivaba de todo" y me contradecia porque yo decia "estoy bien" o "todo esta bien" o "solo me siento cansada, pero nada mas". Explicados los sintomas el medico me redujo la dosis (note el cambio ya que empece a beber mas liquidos -no agua- y a dormir menos) y me receto unas pastillas antidepresivas (no recuerdo cuales pero me aseguro que eran muy suaves). A pesar de ser una total antipastillas y de temer abrir una puerta que podria no cerrarse jamas, las tome hasta que deje de necesitarlas. Y suerte de ello pues a las semanas me empece a sentir mejor. No era totalmente yo (no volveria a ser yo hasta dos o tres meses despues de dejar el Interferon), pero era un yo aceptable.

Lo que me habia pasado es que me habia deprimido (uno de los efectos secundarios) y como nunca habia estado deprimida en la vida no lo supe reconocer. Ahora, con la distancia, pienso "Como no me di cuenta?".

Un dia, en Noviembre, estaba hablando por telefono con mi medico cuando tosi un par de veces. El interrumpio la conversacion y me pregunto desde cuando que tosia. 'Desde hace un par de semanas, creo' conteste. Me dijo para ir al dia siguiente a hacerme un CATScan y TAC.

Los resultados mostraron que el melanoma se habia extendido por todo el cuerpo (stage IV). Interrumpieron el tratamieto de Interferon (de lo cual me alegre secretamente) para empezar a pensar el siguiente paso.